El hummus de lombriz es el abono orgánico menos conocido por la población en el ámbito de la jardinería, pero uno de los más importantes. Si aún no sabes de qué se trata y los múltiples beneficios que este proporciona a tus plantas, ¿a qué estás esperando para conocer más sobre ello?
¿Qué es el humus de lombriz?
El humus lombriz es un fertilizante natural y ecológico que sacamos de los residuos orgánicos que generan estos gusanos y que aportan grandes cantidades de nutrientes. Es decir, es el resultado de la conversión digestiva que ejerce la lombriz sobre la materia orgánica, también se conoce como los excrementos de este animal.
Gracias a su mecanismo digestivo consigue biodegradar la materia orgánica con una gran cantidad de enzimas y bacterias bien estructuradas en muy poco tiempo; esto, cuando se aplica a la tierra, hace que se convierta en un gran absorbente de nutrientes y minerales, proporcionado estos elementos a las plantas.
Es muy puntuable el hecho de que este humus se realiza de manera muy rápida, puesto que es una función vital de las lombrices. En comparación, si tratamos de buscar un sustituto con los mismos beneficios sin recurrir a las lombrices, puede llevarnos muchos meses, además de muchas complicaciones.
Beneficios
En primer lugar, mencionar que se trata del mejor abono orgánico que existe, y los beneficios que nos aporta lo confirman. Permite retener el agua, ya que una de sus características es mantener el suelo húmedo y que este no se seque.
El excrementode lombriz ayuda a devolver la materia orgánica descompuesta, permitiendo así que se puedan diluir algunos materiales transformando la proteína rica en nutrientes para las plantas: ayuda a cerrar el proceso cíclico de la materia orgánica en ese lugar.
En segundo lugar, este tipo de abono permite desintoxicar aquellos suelos que hayan sido contaminados con productos químicos, por ello se suele utilizar en jardines y huertos: regula el PH, degradan los residuos de plagas y controlan que no se inicien más, la protege de futuros patógenos.
Otro de los beneficios que usar el humus de lombriz proporciona, es un ahorro en agua de hasta el 20% debido a la gran capacidad hídrica que este abono contiene. Además, ofrece a las plantas una fertilización completa y sana, haciendo que las plantas puedan crecer con más energía y resistencia.
Por último, dejar claro que, gracias a su potente vida, favorece el incremento de la producción, además de mejorar las condiciones estructurales de los suelos y de las plantas.
Ahora que ya sabes qué es el humus de lombriz y cuáles son los beneficios que aporta a tus plantas, te preguntaras ¿cómo puedo hacerlo en casa? A continuación te explicamos cómo.
Cómo hacer humus de lombriz líquido
Para contextualizar, empecemos nombrando al proceso que lleva a cabo la lombriz, este se llama vermicompostaje. Es un proceso de transformación de la materia orgánica en abono natural, y se realiza con bandejas apiladas una encima de la otra. Al recipiente en cuestión se le llama vermicompostador.
Estas bandejas están creadas de manera que, gracias a unos agujeros, las lombrices pueden pasar e ir subiendo para poder llevar a cabo el vermicompostaje. Cuando vean que en el piso de arriba hay comida y abajo se les ha acabado, las lombrices, por instinto de supervivencia, subirán al siguiente piso, de manera que, por el proceso digestivo, en el piso de abajo se irá componiendo el humus de lombriz.
Cómo utilizar este abono orgánico
Una vez tenemos claro los beneficios que puede llevar a cabo su uso, es fundamental aprender cómo usarlo de la forma correcta.
No debemos tener miedo a la hora de utilizar humus de lombriz como fertilizante, ya que si aplicamos más cantidad de la requerida, lo único que comporta es haber gastado más abono de lo recomendado. Por lo tanto, al utilizar este abono como fertilizante orgánico, nunca vamos a perjudicar a una planta por sobre fertilización.
El hummus de lombriz es un proceso que tiene lugar en la naturaleza, pero debemos tener en cuenta que es un procedimiento que requiere tiempo y paciencia para que sea bueno y beneficioso para nuestras plantas.
Este tipo de abono orgánico se utiliza en determinadas épocas, especialmente en primavera y otoño. Lo primero que se debe hacer es expandirlo sobre el suelo en el que está la planta, pero nunca debe ser enterrado porque que es un abono que requiere del oxígeno para poder transferir sus propiedades fertilizantes a la planta.
Al integrarlo con el suelo, se consigue que los microorganismos entren en contacto con las raíces de las plantas. Además, para que su integración con el terreno sea correcta, es imprescindible regarlo constantemente, pues el humus de lombriz debe mantener siempre una cierta humedad, preferiblemente del 40% para que sus propiedades no se debiliten a corto plazo.
Alternativas al humus de lombriz
Después de haber leído todo el artículo, quizás el hummus de lombriz no te ha acabado de convencer, ya sea por los componentes que hacen que este abono funcione o porque consideras que este abono no acaba de ser el más idóneo para la fertilización de tu planta. ¡Pero no te preocupes! Te traemos otros abonos, también orgánicos, que pueden encajar más con la idea inicial que tenías acerca de este tipo de abonos.
Existen muchos abonos orgánicos diferentes y con propiedades muy distintas, que sean más o menos idóneos para tu planta en función de sus características.
Compost
Uno de los abonos orgánicos más utilizados es el compost. Este se obtiene a través de la fermentación de residuos vegetales. Para poder obtenerlo, la fermentación tiene que durar entre tres y cinco meses. Este tipo de abono aporta muchas ventajas medioambientales, pues permite cerrar el ciclo de la materia orgánica y se reciclan los recursos naturales que los humanos desaprovechamos durante nuestro día. Además, es un fertilizante natural que corrige la estructura del suelo y es un protector contra la erosión, así como el sustrato del cultivo.
Cenizas de madera
Un abono orgánico que quizás no conocías y que muchas personas, sobre todo las que viven en zonas rurales, pueden aprovechar. Estamos hablando de las cenizas de madera. Este fertilizante natural lo pueden obtener de manera muy fácil las personas que tienen chimenea en su casa, pues lo único que deben hacer es guardar las cenizas, diluirlas en agua y esparcirlas sobre el suelo, para que estas aporten su gran cantidad de fósforo y potasio al suelo.
Cáscaras de huevo
Si el problema del que sufre tu planta es el acercamiento de algunas plagas, como lo son los caracoles o las orugas, tu aliado perfecto son las cáscaras de huevo. Este abono natural, una vez triturado lo más fino posible y espolvoreado sobre la base de tu planta, hará que las plagas se mantengan alejadas de ella y no la dañen.
Posos de café
Si eres un amante del café y las plantas, ¡tienes un abono natural fabricado en tu propia casa! Los posos de café, una vez mezclados con la tierra, pueden beneficiar mucho a tu planta, pues le va a aportar una gran cantidad de nitrógeno.
Estiércol
Por último, te proponemos que utilices uno de los abonos orgánicos más conocidos por la sociedad: el estiércol. Este abono, para que pueda ser utilizado como fertilizante, tiene que haber sido fermentado previamente. ¡Pero cuidado! Porque este no puede provenir de animales que hayan sido alimentados con antibióticos, ya que, de lo contrario, lo que tu planta recibirá del estiércol puede ser perjudicial.
Ahora ya estás listo para convertirte en todo un experto del humus de lombriz, pero si prefieres comprarlo, puedes encontrarlo aquí.
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