Jardines verticales un remedio sostenible

Actualmente, una de las temáticas más importantes es la preocupación por el cambio climático y las consecuencias que conlleva. Es por ello, que en este artículo se hablará de los jardines verticales, una solución ante la problemática comentada. 

¿Qué son?

Entendemos que un jardín vertical es una infraestructura compuesta por un pequeño ecosistema verde que se encuentra en espacios arquitectónicos. Además, se quieren implementar en las ciudades para así mejorar la calidad del aire, proporcionando más oxígeno en el medio y, a su vez, reducir la cantidad de CO₂.  Respecto al CO₂, es un gas invernadero generado por la contaminación, como es el caso de los vehículos.  

Fachada de un edificio con jardines verticales

Origen de los jardines verticales

Como ya sabemos, la creación de los jardines verticales es un mero revestimiento de plantas en fachadas y muros, que aportan múltiples beneficios ecológicos, además de crear una gran optimización del espacio. 

Su origen surge de la ambición social de querer cambiar la manera de vivir que hasta ahora se está llevando, contribuyendo así al cambio climático, al calentamiento global y a los cambios en la biodiversidad que estamos viviendo, teniendo una necesidad de reinvertir los espacios, a modelos más verdes. 

La idea de estos jardines, se remonta a 600 años antes de cristo, concretamente en la antigua Babilonia, donde comenzaron los primeros jardines colgantes, diseñados como muestra de amor del emperador hacia la emperatriz. 

Hoy en día, esta arquitectura ha tomado esa base para crear belleza estética en los espacios construidos, buscando nuevas formas de decoración. El proyectista pionero el cual patentó la idea de estos jardines verticales, en 1988, fue el francés Patrick Blanc, que tras el estudio e investigación de nuevas formas de diseño arquitectónico y modernidad paisajista, con el empleo de plantas, desarrolló esta nueva idea de optimización de espacios, empleando zonas verdes

Francia ha sido el país pionero en la puesta en marcha de esta nueva iniciativa, creando e implementando leyes para adoptar este nuevo concepto en las nuevas construcciones. La primera gran obra que contó con la presencia de los jardines verticales fue la construcción del museo Qual Branly en París, 2006. Pudieron ver como esta nueva arquitectura permitía un aislamiento parcial, y en ocasiones total, de la regulación de la temperatura, así como la absorción del agua de la lluvia que permite crear un nuevo sistema de canalización, filtración y riego totalmente independiente. 

Estos espacios verdes permitirán cuidar mejor el planeta, aportando grandes cambios positivos en el medio ambiente.

Ventajas

El proyecto de los jardines verticales nace como una solución ambiental a largo plazo. Ayudando a frenar el cambio climático y la contaminación, y ofreciendo un pulmón vegetal en las ciudades. Junto con su impacto visual positivo de estas obras arquitectónicas capaces de enriquecer y embellecer la imagen estética de los edificios, son las ventajas principales de implementar este tipo de jardines. 

Sin embargo, las ventajas ecológicas, económicas y sociales aumentan la efectividad y el convencimiento sobre este proyecto.

Resumen de los beneficios de los jardines verticales

Ecológicas/ambientales

→ Purificación del aire y su capacidad de eliminar gran parte de la contaminación de la atmósfera, mejorando la calidad y el ambiente fresco de distintos lugares de la ciudad. Llegando a reducir la temperatura tanto en interiores como en la ciudad de manera global, siendo un gran apoyo para frenar el calentamiento global.

→ La afluencia de circulación del agua, aportando humedad en este tipo de fachadas, que alargan su vida útil y sirven como barrera contra el calentamiento y los incendios. Así como el impulso de la biodiversidad, la vida vegetal y animal alrededor de este tipo de jardines, situados en entornos urbanos

Económicas

→ El ahorro energético considerable, por la actuación de los muros vegetales como reguladores térmicos, aportando un clima frío y agradable en los hogares. Además, su efectividad energética puede suponer hasta un 20% de ahorro energético en los edificios.

Sociales

→ Funciona como aislante acústico, reduciendo el ruido y la contaminación acústica. Promoviendo un entorno y un ambiente tranquilo, sobre todo en interiores. 

→ Aportan un ambiente verde, saludable, con su capacidad de construir entornos calmados, con un efecto positivo en el bienestar de las personas. Aportando, además, un entorno saludable en el trabajo, ofreciendo espacios de vegetación que rompan con la monotonía y “el gris” de los edificios y fachadas tradicionales.

Por otra parte, hay distintos aspectos a tener en cuenta ante la implementación de este tipo de vegetación, ya que tiene ciertos riesgos. Aspectos como el conocimiento experto sobre el tipo de planta a colocar y el espacio estratégico adecuado donde implementar estos jardines, junto con el coste de mantenimiento y construcción de estos jardines.

La importancia de las plantas

Respecto a la importancia de las plantas para llevar a cabo la iniciativa, se deben tener en cuenta diferentes aspectos de estos seres vivos. 

El cuidado de las plantas para su correcto crecimiento

En primer lugar, hay que evitar que las plantas utilizadas sean de carácter invasor, puesto que esto puede conllevar una rápida reproducción de estas. Es por ello, que para evitarlo, es necesario contar con plantas locales. 

En segundo lugar, la adaptabilidad de dichas plantas. Estas deben adecuarse al clima, la ventilación y, en especial, la temperatura; dado que su ciclo de vida dependerá de si su exposición al sol es óptima. 

En tercer lugar, en cuanto a la elección de la planta hay que tener en cuenta las precipitaciones de la zona geográfica, esta debe estar situada en localizaciones favorables a la cantidad de agua que necesita. 

En cuarto lugar, hay que tener en cuenta que la estética de las plantas puede repercutir negativamente en la convivencia de las mismas y, a su vez, con las personas. Un ejemplo de ello, serían las ortigas y las plantas de origen tropical que pueden llegar a derivar en alergias. Otro claro ejemplo, es la de tipología trepadora, que pueden ser dañinas para las fachadas de las edificaciones. 

Ejemplos de ciudades

La sociedad de hoy en día busca espacios y maneras más ecológicas para afrontar la contaminación y el calentamiento global. Las grandes ciudades europeas se reinventan para hacer de sus ciudades más sostenibles y estéticamente agradables. Los jardines verticales poco a poco se van integrando, ya que combinan vanguardismo arquitectónico con ecología.

A nivel nacional, fue en Barcelona donde se instaló un jardín vertical en una fachada, concretamente, en el edificio del Grupo Planeta en la Diagonal, considerado el primero a nivel europeo. Está rodeado por 3800 metros de plantas que cubren los bloques octogonales del edificio. 

En el 2007, en el CaixaForum de Madrid, se inauguró uno de los jardines verticales más altos de España, con 25 metros de alto por 19 de ancho. Está compuesto por 15.000 plantas con aproximadamente 250 especies, autóctonas y foráneas. 

Dichos jardines se están integrando cada vez más en edificaciones de grandes empresas, pero también en edificios institucionales, como es el caso del Palacio de los congresos de Vitoria-Gasteiz. Su recubrimiento vegetal permite un gran aislamiento acústico, así como mejorar la imagen de un espacio público. 

Los jardines verticales ya se hacen notar en poblaciones como París, Bruselas, Londres, Génova, entre otras. 

Alhelíes, helechos, fuchsias, son tipos de plantas que se pueden encontrar en el museo de Quai Branly de París, que busca mezclar el arte contemporáneo con la naturaleza para aquellos amantes de la cultura. Cuenta con 376 especies vegetales que provienen de diferentes lugares del mundo, entre las cuales se encuentran un gran número de especies exóticas. 

Jardines verticales en una ciudad futurística

Uno de los jardines verticales más grandes del mundo se encuentra en el centro comercial de II Fiordaliso en Rozzano, Italia. Tiene más de 44.000 plantas que ayudan a regular la temperatura del centro comercial, así potenciando el consumo de energía eléctrica. 

Un ejemplo de convivir con los jardines verticales, son los dos edificios residenciales Bosco Verticale de Milán, nacieron con la idea de renovar el ecosistema urbano y regeneración del ambiente

Es un hecho que la manera de vivir está cambiando y con ello el clima y la vegetación, motivos por el cual se empieza a innovar en cómo hacer las ciudades más sostenibles y coherentes con el medio ambiente. 

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